PRIMER VIAJE AL DESIERTO

18/12/2012


Primera incursión en la traza

Tocaba incursión en la zona de obras.En principio mi trabajo estará repartido entre las ciudades de Medina y Jeddah, en un porcentaje aun por determinar.Aunque nuestra obra está en pañales y no genera suficiente papel para necesitar de mi presencia todavía, me presenté voluntario para apoyar en la logística de montar la casa de Medina, y ya de paso ubicar tanto la obra del futuro CampLife,como la de la propia traza de la vía.

Salimos de Jeddah en dos coches provistos de agua y galletas, no tanto por lo que va a ser nuestro viaje por una placentera autopista de tres carriles, si no por nuestro paso por carreteras secundarias que no conocemos.Rafael quiere que le acompañe a mirar una zona de la traza con unas características geológicas especiales.Le sigo.Por el camino veo los primeros pastores de camellos.No hay prisa,se que tendré la oportunidad de hacerme la foto de rigor que por aquí tiene todo el mundo.

Me llama la atención los cambios de paisaje según vamos dejando Jeddah atrás.Pasamos de una vegetación escasa y planicies, a zonas montañosas de piedras negras.La verdad es que no  esperaba encontrarme un paisaje así.Además es el primer día desde que estoy en Arabia, que las nubes no acaban de abrir.

Cuando estamos cerca del paso de un río cerca de un pueblo de cuatro casas de nombre impronunciable, nos llama un compañero desde la traza.Se ha quedado sin gasolina y encima ha pinchado.Lo peor es que van jefes con él, que tienen que llegar a Jeddah a coger un avión.Nos dirigimos allí, por el camino pasamos por el primer oasis que ven mis ojos.

Rafael se lleva a los jefes, y yo me voy al pueblo por el que pasamos antes para pillar gasolina en un bidón.Cuando llego a la gasolinera me doy cuenta de lo lejos que ando de la civilización."Salam Alaikun, Good Morning Sir, Do you .."El hombre me mira ojiplático y solo atina a decir:"Arabic,arabic".Esto ya nos lo habían advertido.Mas allá de las grandes ciudades nadie o casi nadie habla inglés.

Intento seguir comunicandome con los presentes, explicandoles con gestos que me den un recipiente y le pongan gasolina.El juego de "Gestos" no me sale.Veo un Todo terreno pasar con gente joven, lo abordo y les pido ayuda.Parece que uno de ellos chapurrea algo de inglés, así que me entiende la idea, se sonríe.Me indica que le siga y entra en una tienda que tenía delante de mis narices y que no había visto.La tienda es de comestibles.El muchacho pilla una garrafa de agua,no me deja pagar a mi, le explica en árabe al de la gasolinera que lo llene.Paga tambien la gasolina¡¡¡.
Y le digo:¿Por qué?."Porque has pedido mi ayuda".

Me paso bastante tiempo del resto del día dando vueltas a este suceso, mas que por la anécdota de la falta de comunicación, por la muestra de hospitalidad y de principios básicos de convivencia.Estoy acumulando muchas experiencias en un solo viaje.Buenas y malas.Pero se que con el tiempo son las primeras las que prevalecen.

Camino a Medina

Pasamos la tarde en la zona del campamento, y buscando una oficina provisional de obra.La encontramos en un hotel de carrtera junto a una gasolinera.Estoy a punto de huir al desierto espantado por lo que veo.Pero habrá que conformarse hasta tener una caseta.Espero venir poco por aquí.Mas bien nada.

Toda esta zona esta plagada de volcanes, ya extintos, pero que le dan al paisaje un perfil muy especial, casi marciano.Rocas volcánicas dispersadas alrededor, que destacan mas si cabe,por el color blanquecino de la arena.

De noche llegamos a Medina.La ciudad nos recibe con los pertinentes controles policiales.Ya ni me molesto en tener el pasaporte a mano, mis barbas son el mejor salvoconducto.

La ciudad es todo Haram.Prohibido para no musulmanes.Nuestra casa está detrás de una montaña y me quedo con las ganas de ver los minaretes de la Gran Mezquita.