sábado, 23 de febrero de 2013

DE VUELTAS Y VUELTAS POR ESTAMBUL





21/02/2013

La ciudad de los gatos gordos


Amanece en Estambul, yo llego destrozado por no haber podido pegar ojo en todo el viaje.Parte de la culpa la tienen los de Turkish por tener unos aviones tan cojonudos, y que hasta los pobres tengamos nuestra pantallita de televisión con tropecientas pelis.Eso no se hace.Yo quería dar una cabezada.No me patrocinan, pero no estaría mal.

El taxi se encamina hacia el barrio de Sultanhamet, que es dónde se encuentra mi Hotel.He llegado tan pronto que no hay ni atascos, me advierte el taxista.El cielo está rojo, casi tanto como el color de la bandera del país.Por lo menos no se aprecian demasiadas nubes,tal y como pronosticaba el tiempo.

En el Hotel todavía no me pueden dar habitación, así es que, ansioso,me olvido del sueño, y me marcho a descubrir los monumentos que asoman muy cerca de dónde me encuentro.Las empinadas calles me van mostrando lo que me espera en este viaje.

Lo bueno de haber llegado tan pronto y en Jueves, es que no hay nadie.Estoy en la plaza en la que se erigen las dos Mezquitas mas importantes de la ciudad, o si acaso las mas famosas, aunque Santa Sofía no tengo muy claro que pueda llamarse Mezquita.La octava maravilla del Mundo.Y las dos se miran, una enfrente a la otra,como un resumen de la ciudad que las alberga, lo musulman y lo cristiano, la herencia de un pasado que está muy presente.

Ya que como dice mi compañero Quiñonero, el que tuvo retuvo, y esta ciudad deja claro al primer paseo, que fue capital de un imperio.Está ahí, se respira en cada rincón.La verdad es que la visión de todo lo que va surgiendo ante mis ojos me va dejando sin palabras.Visitar estos monumentos por dentro te transporta a otras épocas.

Y no muy lejos, la Plaza del Hipódromo, con sus dos obeliscos y la columna de las serpientes.Cuanta historia, cuanto pasado para admirar.

Poco a poco camino, callejeo,me tomo un café turco , bajo a la Cisterna, otro lugar increíble.Y mas calles, y mas sorpresas.Y llevado por el entusiasmo y por el hecho de que al final no cae ni una gota, llego a Topkapi.Y parece que entras en los escenarios de una peli.De nuevo, esa sensación.

Cuanta belleza, y al mismo tiempo,cuanta aparente sencillez.Lujo asiático, pero comedido, sin darse importancia.Y las vistas desde aquí arriba, divisando al frente la Torre Galata,son espectaculares.Lástima de día tan nublado.

De nuevo por las calles, buscando un restaurante.Voy descartando los turísticos por razones obvias.Al final encuentro uno con aspecto casero.Can, como el grupo alemán,me vale.Sopa de lentejas y meatballs, que no son mas que nuestros filetes rusos.Me invitan a té y a delicias turcas.Que me perdonen los expertos en Delicatessen, pero me saben a gominolas.Lo juro.

Y caigo.Cuantos gatos hay en esta ciudad.Pero sobre todo, ¡Que gordos y lustrosos están¡.Dispuestos a posar ante los turistas, con sus pelambres acicaladas.No tengo ninguna estima a estos bichos,pero reconozco que están de foto.¿Callejeros?para mi que son parte de la concejalía de turismo.

Hago una locura y me subo mas allá de lo que debo, a otra de las colinas de la ciudad en busca de la Mezquita de Suleyman.La verdad es que he bajado la comida y hasta el desayuno.Pero ha merecido la pena.Me parece otro sitio que sobrecoge, por su tamaño.Esta ciudad no repara en mostrarte monumentos a cada cual mas grande.Bajo y me meto en el Bazar de las especias.Y me inundan sus olores.Y la cantidad de gente caminando por los locales comerciales.Es una ciudad muy viva, en permanente movimiento.Comerciando, vendiendo,comprando.

Cruzo el Puente Galata, y me dejo las piernas llegando hasta la Torre.De cerca se ve enorme.Es en si misma una Fortaleza.O lo fue.Y estoy en el barrio mas bohemio.Aquí se juntan todas las tiendas de instrumentos, de Mesas de mezclas, de discos.Galatasaray.Como el equipo de fútbol.Y la calle se vuelve peatonal, y elegante.Y escondida, una basílica católica.Para tranquilidad de mi amigo Jesús, y para que no piense que ando solo de Mezquita en Mezquita.Piso suelo cristiano por primera vez en muchos días.

Empieza a caer la noche y reparo en lo que llevo recorrido, casi no diviso el punto de partida de mi jornada.Mas vale una retirada a tiempo.No tengo edad para hacer sobresfuerzos.Un taxi y para el Hotel.Una cena ligera, y a preparar la jornada de mañana.Queda poco que ver.O no.


22/02/2013

El gran Bazar es la ciudad entera

Un sueño reparador y adelante.Hoy si llueve.No mucho.Pero esta humedad se te mete en los huesos y te obliga a no parar.Me voy directamente al Gran Bazar.

La verdad es que cumple perfectamente las expectativas.Tengo la suerte,además, que los vendedores no me agobian.Mi aspecto les descoloca, no acaban de ubicar mi nacionalidad.El mejor salvoconducto por estos lares es la barba.Esos segundos de duda, me permiten avanzar por las tiendas sin muchos inconvenientes.La verdad es que hay que vigilar las carteras.No por los ladrones, si no por no vaciarla en un ataque de compras compulsivas.Madre mía, hay de todo, y los precios no son demasiado malos.De hecho, en mis carnes descubro que lo del regateo debe ser en parte un mito para turistas, ya que no hay forma.Cierto y verdad que mis compras no son nada del otro mundo, pero mis intentos de rebajar precio son inútiles.

Y me doy cuenta de otra cosa, El gran Bazar no solo se circunscribe a este enrome recinto.Va mas allá.De Hecho, acabo viendo esta ciudad como un bazar en si misma.Por lo que supone pasar calles y calles llenas de puestos,de tiendas, de gente vendiendo casi cualquier cosa.De ver como la gente compra casi cualquier cosa.Lo deben llevar en la sangre.Esa actividad imparable moviendo la ciudad.

Me faltan un par de etapas para acabar mi viaje.Una de ellas es cruzar a Oriente en barco.Lo que espera al otro lado no es nada de otro mundo, barrios de trabajadores, que todas las mañanas toman los ferrys hacia sus puestos de trabajo.En el viaje hablo con uno que tuvo un Restaurante en Lavapies.Añora España y me reagala unos calcetines de las enormes bolsas llenas de ropa con las que se gana la vida.

Lo mejor de cruzar a la otra orilla es volver, y entrar en la ciudad desde el mar.Es inevitable recordar el poema que tantos hemos aprendido en el cole:Asia a un lado, al otro Europa, y allá al frente Estambul.

Consigo acordarme de la ubicación del restaurante del día anterior, y me reciben como si fuera cliente de toda la vida.Otra cosa asombrosa de esta ciudad, la gente tan amistosa y conversadora.Hay quien incluso no solo te indica un camino, si no que te coge del brazo para guiarte.

Paso parte de la tarde viendo llover en un café muy agradable.Tomo té y mas té, hago tiempo a que llegue la hora de uno de los momentos mas esperados del viaje.





Y giran y giran y giran....

Y me voy a la estación de Sirkeci, a la que llegaba el Orient Express.a ver una ceremonia de Sema Mevlevi.Los Derviches danzantes o girovagos.Algo que llevo años queriendo ver.Muchos años leyendo sobre los sufis y por fin lo veo con mis propios ojos.

Salen los músicos y tocan hasta que te elevan.Y cuando ya lo han logrado, aparecen los danzantes.Y realizan su viaje místico, alzando sus manos hacia el cielo, para tomar un poco de lo divino y dejarlo aquí, y por unos instantes son el puente que une lo divino y lo humano.Y en ese danzar, te dejas atrapar por lo hipnótico de la danza, de los pliegues de las faldas de los que bailan.Y ves sus caras en extasis,con los ojos en blanco, entregados a este ritual ancestral.Y giran, y giran y giran...

Y yo acabo de cerrar un círculo.Cosas que hay en mi lista imaginaria.Cuando tacho de la lista, es una buena noticia, pero conlleva una mala.Es una cosa menos.La lista es larga pero no infinita.Van quedando menos cosas que hacer, menos lugares por ver.La vida es un viaje de ida, y todos sabemos cual es la última estación.

El aeropuero Ataturk es como un Pórtico,como en esas pelis de ciencia ficción en las que hay un puerto espacial, tipo Mos Eisley, al que acuden naves de todos los rincones de la Galaxia.Si jugaras a adivinar las nacionalidades de los que por aquí van pasando , sería imposible ganar.

Y sentado, esperando mi vuelo de vuelta a Jeddah, escucho a Vampire Weekend en mi ipod, y por un instante, viendo a toda esa gente de los confines de nuestra galaxia llamada Tierra, a los niños riendo, a los solitarios leyendo, jugando con sus tablets, a los mayores con cara de preocupación por no perder el avión, a los chinos, a los árabes, a los europeos,...Por un solo instante, quizas un segundo, creo que la vida es maravillosa, creo que el mundo es un lugar perfecto.Puede ser la música, el haber visto una experiencia casi mística, el cansancio por el viaje,saber que mi siguiente salida será a casa...,o todo ello a la vez.Pero, tranquilidad, solo es un segundo.Mañana, despues de toda la noche viajando,cuando esté sentado delante del ordenador,currando a 4.500 km de casa, y con 28 días por pasar de destierro, se me pasará.
Pero por un instante....durante un segundo.....

Mar Salama 






 

2 comentarios:

  1. ¡¡¡¡Guauuuuuuu!!!!

    Me ha encantado de verdad, lo que se trata al escribir una crónica, como p.e. hago yo en el foro de carreras donde participo, es sentirte que estás/has estado también, y eso lo has logrado y de largo.

    Un abrazo.

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  2. Gracias, gracias,...esa es mi intención, transmitir las cosas como las siento.La verdad es que es una pasada de Ciudad, una mezcla perfecta entre occidente y oriente, y no es un tópico, es real.Y la gente es una pasada, son amistosos a rabiar.Por otra parte, ¿Q tendremos los españoles?es decir la palabra mágica"Where are you from?"Spain... y se les ilumina la cara, pero es que lo mismo pasa aquí o en Jordania, que tendremos, q nosotros ya no vemos.
    Un abrazo

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